Definiciones:
De acuerdo con González Ibarra (2006) no podemos definir a la opinión pública de manera sencilla. Debemos, al menos, distinguir dos sentidos diferentes pero complementarios de lo que la opinión pública representa.
Por un lado, en su acepción objetual, la opinión pública puede entenderse como ese juicio o punto de vista que se hace público a través de algún medio de comunicación de masas y que expresa el sentir y el interés de un sector de la sociedad, ya sea que se trate de un grupo de poder político o económico o de alguna fracción más atomizada dentro de la sociedad. En este sentido, la opinión pública refleja ambos elementos: expresa el sentir de un sector de la sociedad, su diagnóstico acerca de una cuestión sustantiva que, a su juicio, requiere ser atendida por el público; pero también expresa los intereses que se pueden adjudicar al sector que publicita esta opinión.
En este sentido, la opinión pública representa un “barómetro” donde se tematizan las problemáticas o asuntos que atañen al ámbito de lo público, al menos desde la perspectiva de determinados actores sociales.
Cabe señalar otro elemento que es indispensable considerar al tratar a la opinión publica como objeto: la acción o la disposición a la movilización que acompaña a la enunciación de la opinión que se hace pública. Quien emite una opinión acerca de algún tema y lo coloca en la agenda pública (sea para lograr un interés individual, grupal o social), al hacerlo pone de manifiesto con esta enunciación cierta intencionalidad que pretende generar en la sociedad un marco de interpretación tendiente a la movilización de los recursos económicos, políticos y sociales en el sentido que detenta la propia enunciación. De esta suerte, no podemos aislar a la opinión pública del nivel pragmático de la propia anunciación: al opinar sobre un acontecimiento, sobre alguna decisión gubernamental, sobre algún problema social, quién emite dicho juicio espera generar una disposición para la acción que se orienta por el sentido de la opinión vertida.
DEFINICIÓN DE LOS SIGUIENTES CONCEPTOS:
OPINIÓN: Idea formada de una cosa que se puede discutir. Juicio acerca de una persona o cosa. Grado de posesión de la verdad respecto de un conocimiento que se afirma como verdadero sin tener garantía de su validez. Se contrapone a la certeza como posesión plena de la verdad que se afirma sin sombra de duda acerca de su validez.
ACTITUD: Puede considerarse a la actitud como el vínculo existente entre el conocimiento adquirido por un individuo y la acción que realizará en el presente y en el futuro.
En su memoria, cada individuo lleva depositada la influencia del pasado. También la acción que de él provenga vendrá “influenciada por el futuro”, ya que la información depositada nos inducirá proyectos, ambiciones y objetivos a realizar.
La actitud frente a la vida está relacionada con la visión que tengamos del mundo que nos rodea.
CLIMA DE OPINIÓN: Es el ambiente donde se desarrolla la opinión, pueden existir climas de opinión tanto tranquilos como agresivos. Este clima lo desarrolla el grupo de opinión.
GRUPO DE OPINIÓN: Es un conjunto de dos o más individuos interdependientes que interactúan exponiendo su punto de vista junto con otros para el propósito de lograr uno o más objetivos dentro de la organización.
INFORMACIÓN: Es un conjunto organizado de datos procesados, que constituyen un mensaje sobre un determinado ente o fenómeno. De esta manera, si por ejemplo organizamos datos sobre un país, tales como: número de habitantes, densidad de población, nombre del presidente, etc. y escribimos por ejemplo, el capítulo de un libro, podemos decir que ese capítulo constituye información sobre ese país. Cuando tenemos que resolver un determinado problema o tenemos que tomar una decisión, empleamos diversas fuentes de información.
ÉLITE: Minoría selecta y destacada en un ámbito social o en una actividad.
ESTEREOTIPO: es una imagen mental muy simplificada y con pocos detalles acerca de un grupo de gente que comparte ciertas cualidades características (o estereotípicas) y habilidades. El término se usa a menudo en un sentido negativo, considerándose que los estereotipos son creencias ilógicas que sólo se pueden cambiar mediante la educación.
PREJUICIO: Juicio u opinión, generalmente negativo, que se forma inmotivadamente de antemano y sin el conocimiento necesario.
PROPAGANDA: Patricio Bonta y Mario Farber, autores del libro "199 Preguntas Sobre Marketing y Publicidad", definen la propaganda como "el uso de técnicas de publicidad aplicadas a fines políticos. Se origina en la expresión propagar, que significa difundir".
CONCLUSIÓN
Los gobiernos y empresas utilizan los sondeos para conocer la opinión pública sobre cuestiones de interés como los índices de desempleo, mercado y de criminalidad entre otros indicadores sociales y económicos.
Walter Lippman, en su libro Opinión Pública (1922) cuestiona que sea posible una auténtica democracia en la sociedad moderna. Esta crítica se fundamenta en su noción de estereotipo, de la cual es inventor: los esquemas de pensamiento que sirven de base a los juicios individuales convierten en ilusoria la democracia directa.
El filósofo alemán Jürgen Habermas desarrolló una teoría de gran influencia sobre el surgimiento de la opinión pública. Habermas concibe ésta como un debate público en el que se delibera sobre las críticas y propuestas de diferentes personas, grupos y clases sociales. Para Habermas, después de su desarrollo en el siglo XVIII, el espacio público donde es posible la opinión pública y que es “controlado por la razón” entra en declive, puesto que la publicidad crítica dejará poco a poco el lugar a una publicidad “de demostración y manipulación”, al servicio de intereses privados. Las tesis de Habermas han sido contrastadas críticamente, en lo que se refiere a la evolución de la opinión pública, por la historiadora francesa Arlette Farge en el libro Dire et mal dire (editorial Seuil, París, 1992) dónde la autora pone de manifiesto que la opinión pública no emerge solamente de la burguesía o de las élites sociales cultivadas, sino también de la gran masa de la población. Ésta, que Farge estudia a partir de los informadores colocados en todo París por el Inspector General de Policía, fragua por sí misma los conceptos de "libertad de opinión" y "soberanía popular".
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Berthier, A., (2007) Sobre los estudios de Opinión Pública. En Conocimiento y Sociedad.com.com
González Ibarra, R., (2006) Metodología de los Estudios de Opinión Pública. Cátedra inédita dictada durante la Maestría en Comunicación de la Universidad Mesoamericana. Oaxaca, S.P.I
Ignacio Fernández Sarasola (2006) OPINIÓN PÚBLICA Y “LIBERTADES DE EXPRESIÓN” EN EL CONSTITUCIONALISMO ESPAÑOL (1726-1845) Revista Electrónica de Historia Constitucional Número 7 - Septiembre 2006
Jürgen Habermas (1962), Historia y crítica de la opinión pública. La transformación estructural de la vida pública, Ed. Gustavo Gili, México y Barcelona, 1986.
Oscar Ochoa, Comunicación política y opinión pública, McGraw-Hill/Interamericana Editores, S.A. de C.V., México D.F., 2000.
Publicado por Ronimar en 14:26
1 comentario:
Radamés dijo...
SaludosBastidas !
Le felicito por su ESFUERZOS Y POR SU NUEVO BLOG Y POR SU TRABAJO!
Este trabajo tiene una evaluación de 2,5 puntos en base a 2,5 (equivalente a 10%)
OBSERVACIONES:
* Nos vemos el sábado 18.
Atte.
Radamés.
9 de octubre de 2008, 19:26
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