Distinción entre Opiniín Pública y Opinión Publicada:
Un sistema político democrático exige un constante conocimiento de lo que piensa la ciudadanía, la opinión pública. Pero, la opinión es “pública”, en dos sentidos. En primer lugar por ser la “opinión compartida”, la opinión de la mayoría y en segundo lugar, por ser una “opinión publicada”, gracias a que se publica.
A estas alturas vale la pena hacer una distinción de estas dos asociaciones que se prestan comúnmente a confusión. La opinión pública es un juicio más o menos generalizado entre la población respecto a los asuntos que son de conocimiento colectivo. Se estima que la opinión pública expresa un grado de legitimidad acerca del gobierno, sus actos, así como de las demás instituciones. Su fuerza radica en las acciones de permanencia y cambios en las actitudes del gobierno y –algunos argumentan incluso– en el grado de control sobre ellos. “La opinión pública del público” u opiniones del público, es un proceso cuantitativo de adición de opiniones. Es una opinión pública que se suma; la “opinión pública del público” es la de una gran mayoría, susceptible de ser medida por encuestas.
La opinión pública, por el contrario, es una noción cualitativa, es una opinión pública autorizada, es una opinión pública que se publica. Incluso para algunos autores la opinión pública es la de una minoría que tiene medios específicos y directos para hacerse oír por el público, a través de los voceros de opinión pública. La opinión pública es una dimensión del poder político. En esta medida los medios (de comunicación) pueden desempeñar un papel reforzador de la legitimidad o cuestionador de la misma.
Para aclarar este punto es quizá necesario distinguir, entre opinión pública y opinión privada. Mientras que la primera incide en los temas de interés público, la segunda hace referencia a las opiniones de los particulares. De esta manera, así un particular tenga una relevancia política o social (ej. un columnista de prensa) y publique sus opiniones, éstas no pasan a ser la opinión pública. Lo que sí puede representar es una corriente de opinión, aunque no toda opinión publicada es representativa de una corriente de opinión. A la inversa, no todas las corrientes de opinión de una sociedad se tienen que ver necesariamente reflejadas en opiniones publicadas en los medios de comunicación. Por lo tanto, el agregado de las coincidencias de las opiniones privadas no son equivalentes a la preocupación colectiva. Pero, en general los temas sobre los que se crean corrientes de opinión relativamente firmes, presentan una doble condición de repercusión personal y colectiva (medidas de protección y seguridad, control de la natalidad, p.ej.), en la que un individuo opina como ciudadano, como padre de familia, miembro de una organización política o religiosa. De tal manera que en algunas oportunidades una persona tiene opiniones duales, cuando lo hace en consonancia con un grupo y cuando lo hace a partir de defender sus intereses particulares.
BIBLIOGRAFÍAS DE OPINIÓN PÚBLICA
Dader, José Luis: El Periodista en el Espacio Público. Bosh Casa Editorial, Barcelona, 1992.
Gómez, Luis Aníbal: Opinión Pública y Medios de Difusión. Ciespal/Fundación Friedrich Ebert. Quito, 1982.
Habermas, Jürgen: Historia y Crítica de la Opinión Pública. Gustavo Gili, Serie MassMedia, 2da. Edición. Barcelona, 1981.
Monzón, Carlos: La opinión pública: Teorías, conceptos y métodos. Tecnos, Madrid, 1987.
Noelle-Neumann, Elisabeth: El Espiral del Silencio (Opinión Pública. Nuestra piel social). Paidós Comunicación 62. Barcelona, 1995.
Price, Vicent: La opinión pública. Esfera pública y comunicación. Paidós Comunicación, No.62. Barcelona, 1994.
Reynié, Dominique: “Las cifras en la política moderna”. En Ferry, Wolton y otros: El nuevo espacio público. Gedisa Editorial. Barcelona, 1995.
Rivadeneira, Raúl: La opinión pública. Análisis, estructura y métodos para su estudio. Trillas, cuarta edición. México, 1995.
Rovigatti, Vitaliano: Lecciones sobre la ciencia de la opinión pública. Ciespal/FFE. Quito, 1981.
Sartori, Giovanni: Teoría de la Democracia, 1. El debate contemporáneo. Alianza Universidad No. 566. Madrid, 1988.
Tuesta Soldevilla, Fernando: No sabe/No opina (Medios y encuestas políticas). Fundación Konrad Adenauer/Universidad de Lima. Lima, 1997.
Un sistema político democrático exige un constante conocimiento de lo que piensa la ciudadanía, la opinión pública. Pero, la opinión es “pública”, en dos sentidos. En primer lugar por ser la “opinión compartida”, la opinión de la mayoría y en segundo lugar, por ser una “opinión publicada”, gracias a que se publica.
A estas alturas vale la pena hacer una distinción de estas dos asociaciones que se prestan comúnmente a confusión. La opinión pública es un juicio más o menos generalizado entre la población respecto a los asuntos que son de conocimiento colectivo. Se estima que la opinión pública expresa un grado de legitimidad acerca del gobierno, sus actos, así como de las demás instituciones. Su fuerza radica en las acciones de permanencia y cambios en las actitudes del gobierno y –algunos argumentan incluso– en el grado de control sobre ellos. “La opinión pública del público” u opiniones del público, es un proceso cuantitativo de adición de opiniones. Es una opinión pública que se suma; la “opinión pública del público” es la de una gran mayoría, susceptible de ser medida por encuestas.
La opinión pública, por el contrario, es una noción cualitativa, es una opinión pública autorizada, es una opinión pública que se publica. Incluso para algunos autores la opinión pública es la de una minoría que tiene medios específicos y directos para hacerse oír por el público, a través de los voceros de opinión pública. La opinión pública es una dimensión del poder político. En esta medida los medios (de comunicación) pueden desempeñar un papel reforzador de la legitimidad o cuestionador de la misma.
Para aclarar este punto es quizá necesario distinguir, entre opinión pública y opinión privada. Mientras que la primera incide en los temas de interés público, la segunda hace referencia a las opiniones de los particulares. De esta manera, así un particular tenga una relevancia política o social (ej. un columnista de prensa) y publique sus opiniones, éstas no pasan a ser la opinión pública. Lo que sí puede representar es una corriente de opinión, aunque no toda opinión publicada es representativa de una corriente de opinión. A la inversa, no todas las corrientes de opinión de una sociedad se tienen que ver necesariamente reflejadas en opiniones publicadas en los medios de comunicación. Por lo tanto, el agregado de las coincidencias de las opiniones privadas no son equivalentes a la preocupación colectiva. Pero, en general los temas sobre los que se crean corrientes de opinión relativamente firmes, presentan una doble condición de repercusión personal y colectiva (medidas de protección y seguridad, control de la natalidad, p.ej.), en la que un individuo opina como ciudadano, como padre de familia, miembro de una organización política o religiosa. De tal manera que en algunas oportunidades una persona tiene opiniones duales, cuando lo hace en consonancia con un grupo y cuando lo hace a partir de defender sus intereses particulares.
BIBLIOGRAFÍAS DE OPINIÓN PÚBLICA
Dader, José Luis: El Periodista en el Espacio Público. Bosh Casa Editorial, Barcelona, 1992.
Gómez, Luis Aníbal: Opinión Pública y Medios de Difusión. Ciespal/Fundación Friedrich Ebert. Quito, 1982.
Habermas, Jürgen: Historia y Crítica de la Opinión Pública. Gustavo Gili, Serie MassMedia, 2da. Edición. Barcelona, 1981.
Monzón, Carlos: La opinión pública: Teorías, conceptos y métodos. Tecnos, Madrid, 1987.
Noelle-Neumann, Elisabeth: El Espiral del Silencio (Opinión Pública. Nuestra piel social). Paidós Comunicación 62. Barcelona, 1995.
Price, Vicent: La opinión pública. Esfera pública y comunicación. Paidós Comunicación, No.62. Barcelona, 1994.
Reynié, Dominique: “Las cifras en la política moderna”. En Ferry, Wolton y otros: El nuevo espacio público. Gedisa Editorial. Barcelona, 1995.
Rivadeneira, Raúl: La opinión pública. Análisis, estructura y métodos para su estudio. Trillas, cuarta edición. México, 1995.
Rovigatti, Vitaliano: Lecciones sobre la ciencia de la opinión pública. Ciespal/FFE. Quito, 1981.
Sartori, Giovanni: Teoría de la Democracia, 1. El debate contemporáneo. Alianza Universidad No. 566. Madrid, 1988.
Tuesta Soldevilla, Fernando: No sabe/No opina (Medios y encuestas políticas). Fundación Konrad Adenauer/Universidad de Lima. Lima, 1997.
Comentarios
Publicar un comentario